martes, 12 de julio de 2016

Había dejado de ser pequeña.

Ella cuando no concilia el sueño lee poesía de sus grandes y acaba dormida entre pesadillas de cuando era pequeña. Podemos encontrar al hombre del saco, el coco, el caer de un precipicio, el ser arrasada por el mar o un huracán... Entre otras pesadillas más que no se suelen recordar.

El hombre del saco vino a buscarla sin saber que acabaría enamorándose de sus rimas, como si de Bécquer se tratase.

Cayó por un precipicio sin saber que su salvavidas en la estrepitosa caída sería Benedetti.

El mar de sus lágrimas agridulces, al escribir sobre ella misma, acabaron ahogando al coco escondido debajo de su cama.

Ella estaba callada esperando a ser engullida por el huracán cuando a Neruda le gustó su ausencia de vida y el silencio en sus gritos de desesperación.



Ella al día siguiente despertó sabiendo que había dejado de ser pequeña para ser poeta.

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