viernes, 26 de junio de 2015

Cuando llegaste algo cambió.

Cuando lo único que te apetece es perderte por ahí.
Cuando nada te ata en casa pero no tienes motivos para salir.
Cuando quieres hablar de ti pero no confías ni en ti misma.
Cuando nada de lo que te digan te hará cambiar tu forma de ver las cosas.
Cuando solamente cogerías un billete de ida, a donde fuera.
Cuando teniendo de todo te sientes vacía. 
Cuando lloras por cualquier chorrada sin saber bien el porqué.
Cuando nada es suficiente, y tú no eres nada ni nadie.
Cuando tus sueños no se cumplieron, ni se cumplirán.
Cuando no sabes qué mierda hacer con tu vida.
Cuando lo único que te motiva es perder peso y tener al menos un cuerpo bonito.
Cuando te esfuerzas por ser mejor que antes y no lo consigues.
Cuando consigues abrirte a alguien y este te da una puñalada por la espalda.
Cuando te menosprecian.
Cuando te critican sin conocerte solo por cómo eres.
Cuando intentas que tus padres estén orgullosos de ti y parece no bastar nunca.
Cuando los días pasan y la rutina te puede.
Cuando encuentras a alguien que te gusta y te substituye por otra.
Cuando tu optimismo es más falso que los que se hacen llamar amigos.
Cuando no te crees las gilipocelles que haces para intentar autoanimarte.
Cuando eres la persona más feliz del mundo para que nadie sepa cómo realmente estás.

Entonces llega alguien sin querer que te hace olvidar todo lo que llevas en tu cabeza. No mejora nada, pero al menos se hace más llevadero todo. 
Los ratitos con esa persona hacen que seas feliz, sin aparentar nada. Sin darte cuenta esa persona te va ganando y al final te abres. 
Te conoce y le das el poder de que te destruya, pero él no lo hará espero. Me ayuda sin querer y sin darme cuenta me quiero un poquito más. A veces pienso que él es de esas personas que la gente dice que te cambian la vida, a mejor por supuesto. Bueno tampoco ha cambiado tanto. Solo ha hecho que sea feliz, como si eso fuera poco... Y claro, ¿quién no tendría miedo a perder alguien que le ha dado un poco de sentido a su desastre? 

lunes, 8 de junio de 2015

Desde tu cuello, entre mordidas.

Los poetas siempre debaten el significado de la palabra poesía, eso es porque no conocen tu sonrisa en medio de un puto beso como yo la conozco. Pienso en que si tuviera que escribir poesía sobre ti no habría mejor manera que en tu cuello, entre mordidas. 
A veces me pregunto por qué me importas tanto. Pienso en cada ratito contigo por mucho que sea, se me hace corto. Quiero más tardes en el sofá (o en el suelo) diciéndonos que nos queremos de la mejor forma que sabemos. A besos. Porque nosotros no entendemos otro idioma que no sea ese. Joder. Me encantaría morir entre tus brazos, mirándote, sin hacer nada y a la vez todo.