Recuerdo esa infinidad de besos que no nos hemos dado, todas esas sonrisas que nos
han faltado, las tardes y noches dentro y fuera de la cama. Aunque en un día como hoy quiero recordar
lo que fuimos y jamás volveremos a ser. Fuimos pero ya no somos. Las historias
bonitas acaban mal, dicen. Aunque lo nuestro lo único bonito era lo que
sentíamos el uno por el otro. Y eso tampoco ha parecido ser suficiente...
Lo siento por ser como soy. Nunca he sido suficiente para ti (ni para nadie). Te quise lo
mejor que supe y pude; resulta que no sé amarte como mereces. Tú necesitas a alguien que
valore tu tiempo y lo comparta todo lo que quisieras contigo. Cosa que yo no
hacía. Te dejé escapar y cuando más te necesitaba te fuiste. Como hacen todas
las personas que he querido, irse. Te quiero, aunque ya nunca vuelva a ser lo
mismo. Mis actos me han condenado a descansar de ti por un tiempo o una
eternidad. O eso parece. No me quejo, es todo culpa mía. Tú y yo ya no formaremos nunca más un nosotros, todo gracias a mí.
Solo hay una cosa que tengo clara entre tanto pensamiento confuso: no quiero que vuelvas, sería injusto para ti. Yo no soy la misma que te quería, mis sentimientos por ti han cambiado.